Mucho depende del tamaño y complejidad del proyecto a construir, puede ir desde unos cuantos días, hasta varias semanas. Sin embargo, el ritmo de cualquier proyecto lo determina principalmente el cliente. La cantidad de información que puede proporcionar durante las etapas iniciales es decisiva, su disponibilidad para comentar y dar retroalimentación, qué tan pronto el contenido está listo, todo esto afecta la velocidad de finalización.